camino y pienso,
antólogos
recojan disensos
que mi vida
va perdiendo
el aderezo
de gustar.
Doctrinas
pierdan fanaticos,
las esquinas
me encuentran
sin ánimos,
y la gravedad
se desploma
en mi cabeza.
Lo cierto es vivir
sin seguridad,
y con afinidad
las certezas
pierden la agilidad
de sentirse vivas
en vida, mas alla
en la eternidad.
Ahorcar la quietud,
servirle su ataúd
apenas crecen,
mudando la actitud
es que no quedas
atado a su cripta
para siempre,
para nunca...

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